Evaluación y descanso
del Equipo de los Campos de trabajo 2012
Lugar: TUCACAS
El miércoles dia 8 tuvimos que
pararnos muy temprano, ya que partíamos hacia “Tucacas”, lugar en el que
haríamos la evaluación de lo que había sido el “Campo de Trabajo 2012”.
A las 5 y 20 de la mañana tomamos un
café y a 20 para las 6 empezamos un largo viage de 6 horas en camioneta.
La casa era chiquita y aunque no
albergaba todas las comodidades que esperábamos, hizo de sobras su función.
Después del almuerzo salimos a
conocer el pueblo, a las 6 de la tarde empezamos una evaluación que se alargó
hasta casi la media noche y que terminó con un “brindis” llevado a cabo por
todos los presentes.
El jueves amanecimos en “Tucacas”. En
nuestras caras se reflejaba una gran ilusión, ya que después de casi un mes de
“trabajo” en Venezuela, por fin íbamos a relajar-nos.
Alquilamos una lancha que estuvo todo el día
a nuestra disposición y que nos llevó a “Los Cayos” (las distintas playas de la
zona).
Visita a las playas vírgenes del Caribe
Fue un dia de grandes experiencias, puesto que nadamos en aguas cristalinas, agarramos estrellas de mar, nos bronceamos bajo un sol ardiente e incluso degustamos unas “frias” mientras nos bañábamos en medio de las aguas caribeñas.
El almuerzo lo tomamos en un “chiringuito” de la playa de “Cayo Sombrero” y consistía en un plato de pescado, ensalada y “tostones” (plátano verde frito), pero era muy abundante y ninguno de nosotros se lo pudo terminar.
Al almuerzo invitamos a comer con nosotros al “señor Giusseppe” (capitán de nuestra barca”, el cual quedó muy agradecido y por la tarde nos vino a buscar a casa y nos preparó unas ricas “cocadas” y nos regalo una concha inmensa de caracola de mar.
Camino del almuerzo
De vuelta a casa para probar una cocada
El chef de la cocada
10 de agosto
Este dia amaneció triste para cada uno de
los cooperantes, ya que era el de nuestro regreso a Caracas y un síntoma
inequívoco de nuestra inminente vuelta a casa.
Después de lo vivido el día anterior
estábamos un poco saturados de sol y playa, por lo que decidimos empezar de
buena mañana el regreso a Caracas con la intención de hacer un alto en el
camino y poder visitar la “Hacienda Santa Teresa”.
Allí cada uno de nosotros pudo comprar “ron
selecto” para llevar a casa y disfrutar de los lindos parages.
Visita Hacienda Santa Teresa- Casa del Ron
El almuerzo lo hicimos en una churrasquería donde disfrutamos devorando carnes y ensaladas. Una vez ya en el seminario de Caracas, varios de nosotros aún tuvimos fuerzas para ir al cine junto a “Sulay” (una de las trabajadoras del “Taller de Nazaret”, ubicado en el barrio de “Cotiza” y los Hnos. Luis y Franklyn, los dos seminaristas que habían trabajado con nosotros al menos durante los últimos 5 años que se había llevado a cabo el “plan Vacacional”.
Atentamente
Eduard Soler i Orodea
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